Anunciado íntegramente en Cannabinoids 2013.
Aceite de cannabis: evaluación química de un próximo fármaco a partir de cannabis
Resumen: Los extractos concentrados de cannabis, además populares como aceites de cannabis gracias a su fachada que se pega y viscosa, se están volviendo poco a poco más populares entre los pacientes que se automedican como una supuesta cura para el cáncer. Generalmente, los métodos de preparación de los aceites de cannabis son subjetivamente simples y no necesitan instrumentos destacables. El ejemplo más popular de un producto de esta clase se denomina “aceite de Simpson”. El propósito de la extracción, comúnmente seguida por un paso de evaporación del resuelva, es lograr que los cannabinoides y otros elementos ventajosos como los terpenos estén accesibles en una manera enormemente concentrada. Más allá de que se han sugerido numerosos métodos de preparación para los aceites de cannabis, hasta la actualidad ningún estudio informó sobre la composición química de tales artículos.
Reconociendo la necesidad de sobra información sobre cuestiones de calidad y seguridad en relación a los aceites de cannabis, se efectuó una investigación analítico para contrastar numerosos métodos de preparación de empleo general dependiendo del contenido de cannabinoides, terpenos y elementos de disolventes residuales. Los disolventes usados tienen dentro etanol, nafta, éter de petróleo y aceite de oliva. Los resultados que se consiguieron no quieren asegurar o bien denegar las características terapéuticas de estos artículos, mas tienen la posibilidad de ser útiles para abarcar mejor las vivencias de los pacientes que se automedican a través del análisis químico de esta habitual medicina.
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