La EPA se ha negado a proveer regulaciones sobre pesticidas para la industria del cannabis (y con Andrew Wheeler a la cabeza, eso puede ser algo positivo). Conque los estados deben hacer sus regulaciones prohibiendo y “sugiriendo” los pesticidas que tengan en cuenta apropiados. Para empezar a emprender el inconveniente, los estudiosos de salud pública de la Facultad Estatal de Oregón encuestaron la utilización de pesticidas en Oregón entre 2016 y 2017, enfocándose en la seguridad de los trabajadores.
Ármate, son malas novedades.
Se identificaron cincuenta plaguicidas, nueve de los que la Organización Mundial de la Salud consideró enormemente o bien increíblemente peligrosos. Dos de las substancias químicas enormemente peligrosas están toleradas en el cannabis de California: oxamil y ciflutrin. Mas empeora. Los artículos médicos que fallaron tenían 4 ocasiones más pesticidas que los artículos recreativos , en promedio. Precisamente 2700 muestras recreativas fallaron, en contraste con las 900 del mercado médico (esto puede reflejar distintas tamaños de mercado). Los concentrados tenían los escenarios más bajos de pesticidas.
Indagaciones precedentes enseñaron que más de una tercer parte de los trabajadores de la industria del cannabis padecen por el manejo de pesticidas. El estudio de hoy solo examinó los lotes que fallaron en las pruebas de pesticidas “debido al hecho de que los laboratorios no reportan el nombre del pesticida ni la concentración de las muestras que no fallan”. Este es un inconveniente aparte que debería abordarse legislativamente. Mas recuerde que si las regulaciones y un mercado legal no existiesen, estos artículos contaminados se habrían vendido sin el saber de los clientes. Precisamente el 6.7% de los artículos recreativos no pasan las pruebas de pesticidas en Oregon, y la mitad de todos y cada uno de los extractos probados tenían una concentración de pesticidas inaceptablemente alta.
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